domingo, 27 de diciembre de 2009

El Satanismo Religión de los Sentidos


"En tiempos pasados se consideraba la conciencia del hombre, el "espíritu", como la prueba de su origen superior, de su divinidad; para perfeccionar al hombre, se le aconsejaba retraer los sentidos al modo de la tortuga, cortar relaciones con las cosas terrenas y despojarse de lo que tiene de mortal, quedando entonces lo principal de él, "el espíritu puro". [...] Negamos que nada pueda ser perfeccionado mientras no se tenga conciencia de ello. El "espíritu puro" es pura estupidez; si descontamos el sistema nervioso y los sentidos, lo que tiene de mortal el hombre, nos equivocamos en nuestros cálculos; ¡nada más!..."

(Nietzsche: El Anticristo 14)

El Sendero de la Mano Izquierda (vama marga en La India y Satanismo en Occidente) es subversivo y novedoso dentro de los parámetros normales de ver la vida. Pues estando acostumbrados a la religión cristiana con sus métodos de autonegación y castidad para poder acceder a los estados divinos, al encontrarnos con un método totalmente contrario, que, a través del "pecado" es como llega a la realización del ser humano, no podemos más que asombrarnos.

Pués el satanismo con su herencia tántrica y dionisíaca es una religión que presta muchísima atención a los sentidos, los mantiene en permanente alerta para percibir al máximo la realidad: disfrutando al máximo de las sensaciones placenteras, los placeres de la carne, dándose cuenta cuando tiene fallos de carácter o comete errores; no condenándose, sino, sólo un darse cuenta para hacerlos concientes y, al hacerlos concientes, superarlos como decía la cita de Nietzsche: "negamos que nada pueda ser perfeccionado mientras no se tenga conciencia de ello".

Para el satanista la vida merece ser vivida.

Por desgracia el Cristianismo está en contra del viejo lema escrito en la puerta del Oráculo de Delfos: "conócete a ti mismo y conocerás el universo y los dioses".

En toda su historia ha enseñado a negar lo que perciben los sentidos y lo que se permite ver, lo condena, negándole a cada fiel cristiano el derecho a la catársis. Me atrevería a afirmar que esa es la locura del mundo Occidental.

De tanto negar los sentidos al mundo natural nos hemos quedado sólo con " el espíritu puro", es decir, la estupidez.

1 comentario:

  1. Perfecto. No me has dado la dirección de tu web para conocerla, ni manera de responderte sobre el tema por email.

    Puedes poner el link cuando quieras.

    Gracias.

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